SUSTANCIAS TOXICAS EN EL MEDIO AMBIENTE

Lourdes, con su vecina Olga, en la Colonia Chilpancingo

Lourdes se vuelve activista ambiental cuando se da cuenta que las ronchas en su piel pueden ser el resultado de los desechos tóxicos que fueron abandonados por una fábrica de reciclaje de baterias en su colonia. Los desechos tóxicos del sitio abandonado, junto con los de las fábricas que se encuentran ahora en funcionamiento en la Mesa de Otay, drenan directamente en el agua y el aire de su vecindad. Como muchos residentes de la Colonia Chilpancingo, la piel de Lourdes se cubre con ronchas y costras. Sentada al lado del rio que corre por su casa en donde su familia solía nadar y pescaba cuando ella era una niña, Lourdes dice:

Era tan bonito aquí. A veces, el agua que corre por el rio, cambia de color: a veces roja, verde, o espumosa, y ahi es cuando me cuesta respirar. Me enfermo, me salen ronchas en mis brazos. Apenas si toco el agua me da una comezón.

Magdalena, activista bi-nacional con base en San Diego, trabaja con Lourdes para exigir que limpien la fabrica abandonada porque ella cree que no importa en que lado de la frontera vivimos, nuestros destinos estan ligados:

El aire y el agua se comparten. Los desechos de la Ciudad Industrial fluyen en una corriente hacia la Colonia Chilpancingo.... La contaminación en Tijuana afecta tambien a la gente de San Diego. Además, la inversión que viene a Tijuana inversión americana, que para la gente de aquí produce muy poco dinero y mucha contaminación. La gente en México necesita este trabajo desesperadamente, pero eso no les permite vivir con dignidad ni comodidad. Este tipo de injusticia no es tolerable, y esta es la razón por la cual trabajamos juntos.

Magdalena, activista bi-nacional.

En la vecindad de Lourdes, la Colonia Chilpancingo, los activistas de la comunidad continúan su lucha para que el gobierno sea responsable de la limpieza del suelo contaminado de plomo y arsénico. Tierra que fue contaminada por Metales y Derivados, la planta de reciclaje de baterias. El dueño de la compañía vive a algunos kilometros de distancia, intocable protegido por leyes internacioales en San Diego. Lourdes y sus colegas siguen progresando: han abierto una oficina para proteccion del medio ambiente en la calle principal de la colonia. Han logrado que un funcionario federal visite el sitio de la fábrica para asi mostrarle la contaminación que emana de este sitio. Los vecinos están comenzando a darse cuenta de sus esfuerzos y han empezado a unirse.
Lourdes y Magdalena, ambas activistas de ambos lados de la frontera, confian que la organización trans-fronteriza un día reduzca los terribles problemas de salud en las colonias afectadas por la contaminación industrial.

Baterias deshechadas contaminando al aire y la tierra en la fábrica abandonada Metales y Derivados, Col. Chilpancingo, Tijuana.

fotos: Darcy McKinnon y Vicky Funari
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